El biofilm, o biopelícula, es una estructura compleja, heterogénea y dinámica, formada por microorganismos adheridos a superficies, incluidos tejidos lesionados.
Estos organismos están inmersos en una matriz extracelular que les confiere resistencia frente a las defensas del huésped y tratamientos antimicrobianos, superando hasta 500 veces la resistencia observada en formas planctónicas (bacterias individuales de libre flotación).
El biofilm representa un obstáculo significativo en la cicatrización de heridas crónicas al mantener un ambiente inflamatorio persistente, favoreciendo la resistencia antimicrobiana y dificultando la eliminación de los patógenos. Este estado crónico se asocia a un impacto negativo en la calidad de vida de los animales, aumentando la morbilidad y los costes sanitarios.
La identificación de biofilm en heridas supone un desafío. Aunque algunas teorías planteaban que ciertas características macroscópicas de las heridas (presencia de fibrina, necrosis, sustancia viscosa en la superficie…) podrían ser indicativas de la presencia de biopelículas, estudios recientes reflejan que estas biopelículas no pueden observarse a simple vista en heridas crónicas sin ayuda de técnicas diagnósticas.
El biofilm, si es visible, lo veremos como una sustancia translúcida y viscosa, parecida a un gel en la superficie de la herida. Aunque a veces la podemos ver con un tono más amarillento (cuando haya presencia de Staphylococcus Aureus que segrega stafiloxantina) o verdoso (cuando el biofilm contenga Pseudomonas Aeruginosa que produce piocianina), complicándonos su identificación al hacerlo más parecida al tejido esfacelar.
Se puede decir, que el biofilm es tolerante a la mayoría de intervenciones que podamos hacer, y notaremos que se reforma rápidamente tras realizar un desbridamiento; mientras que el esfacelo tarda más tiempo en aparecer.
Esto se debe a que tras el desbridamiento las bacterias que permanecen en la herida se restablecen rápidamente, para tratar de evadir las respuestas del huésped y las terapias antimicrobianas. En conclusión, el biofilm es un tejido vivo, mientras que el esfacelo es un tejido desvitalizado.
Herida con presencia de biofilm en antebrazo humano
Debemos añadir que el tejido esfacelado o la fibrina son el sustrato ideal para que crezca el biofilm; con lo que nos podemos encontrar con ambos tejidos combinados. Debido a esto, deberemos estar atentos a todos los signos para poder abordar la herida de forma óptima tanto en su tratamiento y limpieza, como para la toma de muestras destinadas al cultivo.
Herida complicada en un canino con presencia de biofilm
Es importante destacar que esta toma de muestra con presencia de biofilm, es completamente diferente a las heridas con pus o esfacelado. Te contamos cómo debes hacerlo:
Limpia la herida con suero salino fisiológico. Se aplica antiséptico (preferiblemente clorhexidina 2% o povidona iodada 10%)
Se realiza desbridamiento cortante preferiblemente con cureta, si no disponemos de cureta se puede utilizar bisturí. Este material que retiramos en el desbridamiento será nuestra muestra.
Se introduce en un contenedor estéril (con tapa) y se añaden unas gotas de suero salino para evitar que se sequen.
Si tienes preguntas sobre el tema, no dudes en contactarnos.