VIH

   El VIH (Virus de la Inmunodeficiencia Humana) y el SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida) son dos términos relacionados pero distintos. La diferencia entre VIH y SIDA es muy importante y tiene que ver con el proceso de la infección y sus consecuencias.

El VIH es el virus que causa el SIDA, pero una persona puede estar infectada con el VIH durante años sin desarrollar SIDA si recibe tratamiento adecuado.


¿Cómo afecta el VIH al cuerpo?

El VIH ataca específicamente las células T CD4, que son fundamentales para el sistema inmunológico. Estas células ayudan a coordinar la respuesta del cuerpo frente a infecciones y enfermedades. Cuando el VIH invade estas células, las destruye o las hace funcionar de forma menos eficiente. Con el tiempo, el virus se reproduce en grandes cantidades, debilitando aún más el sistema inmunológico.

El proceso de infección por VIH tiene varias etapas:

  1. Infección aguda por VIH (fase primaria):

  • Ocurre en las primeras 2 a 4 semanas después de la exposición al virus. En esta fase, algunas personas pueden experimentar síntomas parecidos a los de la gripe, como fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular, y ganglios inflamados.

  • El virus se multiplica rápidamente en el cuerpo y se transmite fácilmente.

  • Fase crónica o latente (infección asintomática o fase clínica):

    • Aquí el virus sigue presente en el cuerpo, pero el sistema inmunológico puede controlar la infección parcialmente. Las personas pueden no tener síntomas, y el VIH puede mantenerse en niveles bajos durante años.

    • Sin tratamiento, este período puede durar de 10 a 15 años, pero el virus sigue atacando las células CD4.

  • SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida):

    • Cuando las células CD4 bajan a un nivel muy bajo o la persona desarrolla infecciones oportunistas graves o ciertos tipos de cáncer, se hace el diagnóstico de SIDA.

    • En esta fase, el sistema inmunológico está muy debilitado, lo que aumenta la susceptibilidad a infecciones graves, como la neumonía, tuberculosis, candidiasis, toxoplasmosis cerebral y cánceres como el sarcoma de Kaposi.


    ¿Cómo se transmite?

    El VIH se transmite a través de fluidos corporales de una persona que está infectada, como:

    • Sangre (por ejemplo, a través de agujas compartidas o transfusiones de sangre contaminadas)

    • Semén y fluidos vaginales (durante relaciones sexuales sin protección)

    • Leche materna (si una madre está infectada, puede transmitir el VIH a su bebé)

    • Trasplantes de órganos (si el donante está infectado)


    ¿Cómo se diagnostica?

    El diagnóstico del VIH se realiza mediante pruebas de sangre que detectan anticuerpos o el material genético del virus (pruebas rápidas de VIH, ELISA, Western blot o pruebas de carga viral).


    ¿Tiene tratamiento?

    No existe una cura para el VIH, pero los tratamientos antirretrovirales (TAR) han revolucionado el manejo de la infección. Los TAR son una combinación de medicamentos que suprimen la replicación del VIH en el cuerpo, permitiendo que el sistema inmunológico se recupere y previniendo la progresión del SIDA.

    El tratamiento efectivo permite que las personas con VIH vivan una vida larga y saludable, sin desarrollar SIDA. De hecho, si una persona con VIH sigue el tratamiento adecuadamente, es posible que no presente ningún síntoma y su expectativa de vida puede ser similar a la de alguien sin VIH.


    ¿Cómo prevenirlo?

    La prevención es clave en la lucha contra el VIH. Algunas estrategias incluyen:

    • Uso de preservativos: Protegen durante las relaciones sexuales y son una de las formas más efectivas de prevenir la transmisión del VIH.

    • PrEP (Profilaxis Pre-Exposición): Es una medicación que las personas en alto riesgo de contraer VIH pueden tomar para reducir la probabilidad de infección.

    • Tratamiento profiláctico post-exposición (PEP): Si alguien cree que ha estado expuesto al VIH, puede tomar medicamentos dentro de las primeras 72 horas para reducir el riesgo de infección.

    • Saber el estado serológico: Las pruebas regulares de VIH permiten detectar la infección de manera temprana y empezar el tratamiento cuanto antes. Cuanto antes se detecte, mejores serán los resultados.

    Desmitificando algunos mitos sobre el VIH/SIDA:

    A pesar de los avances en la ciencia y el conocimiento público sobre el VIH y el SIDA, todavía persisten algunos mitos que pueden causar estigma. Algunos de estos mitos son:

    • El VIH no se transmite por contacto casual, como abrazos, besos o compartir utensilios de cocina.

    • Las personas con VIH pueden llevar una vida normal, siempre y cuando sigan su tratamiento adecuadamente.

    El VIH no tiene que ser sinónimo de muerte: Con el tratamiento adecuado, la vida de una persona puede extenderse considerablemente.

    ETS: Clamidia